“Cerro Norte” presenta una clara ubicación urbana dentro de la zona oeste de Montevideo, al norte de la
antigua Villa del Cerro, y al sur de los Accesos a Montevideo de las rutas N° 1 y N° 5. Está integrado a los
efectos del programa por los barrios Nuestra Casa, San Rafael, Treinta y Tres Orientales y Amanecer,
asentados en terrenos municipales del Zonal 17, limitado por las calles Santín Carlos Rossi al este, La
Paloma al norte, Camino de Tropas y Av. Federico Capurro al oeste, y Carlos María Ramírez al sur.
En este sentido, el entorno constituido por los barrios Municipal 31, Las Cabañas, los Complejos
Habitacionales 19 de Junio y 19 de Abril y el barrio Artigas, fueron considerados desde el inicio como parte integrante de una zona que interactuando desde la cotidianidad, sería impactada por el proyecto barrial y de infraestructura urbana. Si bien en términos relativos se trata de un espacio físico relativamente acotado a
nivel local, concentra una población de aproximadamente 10000 personas, asimilable a una ciudad del
interior del país.
Respecto al acceso a servicios de agua potable y energía eléctrica, se detecta que la mayoría de las
familias acceden a ellos; aunque muchas lo hacen en forma precaria y con exposición a situaciones riesgosas
por las condiciones en que se realizan las conexiones y los arreglos ante los cortes por sobrecarga, etc.
Asimismo, 108 hogares reciben el agua por cañerías fuera de la vivienda y 14 de ellos desde fuera del lote.
El 5% de las construcciones, no acceden al agua potable, siendo la que se usa en el hogar de orígenes poco
salubres.
Al momento de la realización del diagnóstico inicial, la zona no contaba con saneamiento, estando éste en
proceso de construcción por obra municipal. La evacuación de aguas servidas se realizaba a través de
cunetas, pozos negros o directamente en superficie o cañada. Los datos censales primarios indican que el
10% de las viviendas no cuentan con servicios higiénicos. De aquellos que sí tenían, aproximadamente el
20% realiza la evacuación en superficie, en la cañada o en la cuneta más próxima, generando importantes
consecuencias negativas en el ambiente, en las personas y su condiciones de salud.
Las viviendas, muchas de ellas han sido auto construidas con materiales sólidos en paredes y piso, y
techos livianos. Algunas de ellas presentan graves problemas de habitabilidad más allá del material con el
que están construidas. Son las construidas en chapa, cartón, nylon, las que presentan las peores condiciones.
Sin embargo muchas otras, construidas con materiales sólidos, (bloque sin revoque y techos de chapa sin
cielorraso), presentan importantes condiciones de inhabitabilidad, que impacta directamente en las
condiciones de vida de las personas: mala aislación del medio, humedad ambiente, filtraciones de agua y
condensación interna. Estas condiciones se agravan en no pocos casos, por las situaciones de hacinamiento,
algunas extremas.
Surgimiento y Orígenes: Principales hitos poblacionales
La reconstrucción histórica que realizan los vecinos, dan cuenta de un núcleo reducido de 23 familias que se
asientan en la década del ´60 en la zona, situación que permanece relativamente incambiada en las dos
décadas siguientes.
Los relatos recogidos de antiguos pobladores de la zona recuperan de la memoria personal y colectiva las
imágenes de hacía 40 años atrás en las que Cerro Norte era “un campo en el pastaban el ganado del
frigorífico Artigas...En el terraplén había un embalse que abastecía de agua a las vacas... no
éramos más que 30 vecinos... se piensa que el barrio 33 lleva ese nombre porque durante mucho
tiempo ese fue el número de familias originales”
La imagen de “gran espacio verde” con escasas construcciones y unas pocas familias son una y otra vez
referenciados en los relatos de las personas de mayor edad que aún viven en la zona y de otras de mediana
edad que la recuperan de la historia oral de los barrios, fuertemente asociada al Cerro obrero de la industria
frigorífica.
Se ubican dos grandes oleadas de poblamiento de la zona, en las décadas del ´80 y ´90. Los datos censales lo reafirman, identificando a aproximadamente el 75% de crecimiento demográfico en este periodo.
“Y en ese momento no
había nada más en la
vuelta que no fuera pasto y
el bañado... En 1984 “era
todo campo, poquitas
casas, poquitas casas no,
poquitas piezas”...” a lo
sumo había 20 casas en
todo el barrio,... existía una
cancha de fútbol en pasaje
3 y continuación
Dinamarca...de tierra las
calles, por supuesto sin
agua”.
“Cuando reajustan los alquileres no puedo pagar más y me tengo que ir; tengo que optar entre
comprar un terrenito o construir; entonces y con la ayuda de mis hijos empiezo a edificar en un
terreno que no es mío. El terreno que actualmente ocupo…”.
Así como en la década anterior, las causales socioeconómicas representan los motivos mayoritarios a través
de los cuales las familias explican la mudanza hacia el asentamiento (45% de los hogares), la segunda “oleada” de los ´90 podrían encontrar en la formación de nuevos hogares la principal variable a considerar
para explicar el crecimiento demográfico registrado. Algunas familias originarias de los complejos
habitacionales 19 de Junio y 19 de Abril, van decidiendo la ocupación paulatina de los terrenos linderos
como estrategia para enfrentar las condiciones de hacinamiento.
Desde el inicio fue posible identificar lazos de parentesco, amistad y relacionamientos vecinales que
confirman estas conductas expansivas de las familias condicionadas además por una estructura edilicia que
fue concebida como transitoria y que no acompañó las características demográficas y sus necesidades
familiares1
. No menos relevante es el crecimiento registrado en los 4 años anteriores al Censo de 2004,
básicamente asociado a los nacidos en el asentamiento, sin perjuicio de la migración desde otros barrios.
Estas tendencias localizadas en el territorio especifico, deben ser consideras dentro del contexto global en el
que se generan, en las que estas expresiones micro locales no hacían más que dar cuenta de procesos macro
sociales que las atraviesan y trascienden. Es decir, estos procesos de ocupación y conformación de los estos
4 barrios que conforman la zona Cerro Norte, son parte de procesos migratorios internos que luego se
expresan en el crecimiento poblacional que registra la zona oeste de Montevideo, con valores que oscilan
entre el 50 y 39% según datos intercensales del Instituto Nacional de Estadística. De los cuales los
asentamientos, constituyeron la principal expresión de esta movilidad poblacional. Asimismo, el contexto de
crisis socioeconómica sufrida por estos sectores de población, particularmente en las últimas décadas,
encuentra un punto de inflexión aguda a partir del año 2002.
En este sentido, las historias personales recogidas a lo largo del proceso de trabajo, se integran a historias
sociales del proceso de afincamiento. La reconstrucción de los antecedentes e historias de afincamientos en
los barrios, surgen en sus relatos, asociados a experiencias colectivas y de relacionamiento entre vecinos para lograr mejorar las condiciones de vida, el acceso a servicios por entonces inexistentes (agua, luz, transporte, etc.) y de integración a la zona.
Barrios
Casco del Cerro, Casabó, Pajas Blancas, Santa Catalina, Cerro Norte, La Boyada, Cerro Oeste y zona rural.
Límites
Costa del Río de la Plata, arroyo Pajas Blancas, Cno. Pajas Blancas, Cno. Tomkinson, Ruta Nº 1 Nueva, Ruta Nº 5 Brig. Gral. Fructuoso Rivera, puente sobre brazo del arroyo Pantanoso y arroyo Pantanoso hasta la bahía.
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